Rusia presume poder nuclear ante sanciones de Washington

En medio de una escalada diplomática con Estados Unidos, el presidente ruso Vladimir Putin condecoró a los ingenieros detrás de los misiles Burevestnik y Poseidón, armas de propulsión nuclear que Moscú presenta como símbolo de su supremacía tecnológica.
El gesto, acompañado de nuevas pruebas militares, refuerza lo que los analistas interpretan como una advertencia directa a Washington.
Putin destacó que el Burevestnik superó los 14.000 kilómetros en su última prueba, mientras que el Poseidón alcanzó más de 9.600 kilómetros bajo el agua, reforzando la narrativa de invulnerabilidad frente a sistemas antimisiles occidentales.
El acto se produjo pocos días después de que el presidente estadounidense Donald Trump impusiera sanciones a 12 empresas petroleras rusas y cancelara una cumbre bilateral de Putin en Hungría, en respuesta a la falta de avances en el conflicto de Ucrania.
En lo que muchos analistas interpretan como una respuesta simbólica, Rusia difundió imágenes de Putin en uniforme militar junto al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, celebrando el éxito de las pruebas de Burevestnik.
Además, Putin anunció el inicio de la producción en serie del misil hipersónico Oreshnik, utilizado por primera vez en combate en noviembre de 2024 en la región ucraniana Dnipro. Este tipo de armamento, de alcance intermedio y velocidad extrema, refuerza la estrategia rusa de modernización militar y disuasión global. Aunque estos sistemas fueron presentados en 2018, su reactivación en el discurso oficial apunta a una intención clara de presionar a Occidente.
Expertos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (NSIS) advierten que el énfasis en el alcance y capacidad evasiva de estos misiles sugiere que su objetivo principal sería Estados Unidos. El informe del CSIS vincula estas pruebas con el proyecto estadounidense “Cúpula Dorada”, diseñado para proteger el territorio nacional de amenazas extranjeras.
Aunque Putin insiste en que Rusia “no amenaza a nadie”, la coincidencia con la reanudación de pruebas nucleares en Estados Unidos indica que la guerrera armamentista vuelve a ocupar un lugar central en la geopolítica global.
Autora: Keyla Silva – Practicante del Sistema Integrado de Medios (SIM).